Los muebles no son meros cachivahes sino que forman parte de nuestra vida, de nuestra hacienda, de nuestra cultura. No siendo seres animados, su identidad transmite la nuestra. Son la expresión objetual de sentimiento del mundo. deben ser elementos de confort con los que nos sintamos identificados, unidos en cierto modo, por lo que significan, por el autor que los diseñó, por la época en la que fueron ideados, por su procedencia sentimental.
La materia prima de los fabricantes, debe ser precisamente la atención por los objetos, la firme importancia de la selección, no todo sirve, el mueble también tiene que tener alma. El objetivo debe ser encontrar la solución mas elegante y no la mas estridente, apostar por el reconocimiento de lo artesanal y por lo mucho que existe en el mercado industrial de gran calidad. También es muy importante rescatar, encontrarte con los productos de los precursores o descubrir la obra de los jóvenes creadores fieles a los criterios del buen diseño. Creemos que es bueno devolver la transcendencia perdida a los objetos cotidianos, para que no sean trastos anodinos o incluso molestos. Por esto es muy importante, pensar dos veces que es lo que te gustaría poner en tu casa, que recurras a las personas que disfrutamos ayudandote a llevar a cabo esa gran ilusión que todos tenemos de vivir en un sitio confortable y sereno, para disfrutarlo al máximo.
Hoy en día también estamos todos muy interesados por la parte externa de nuestra casa, la terraza, el jardín, incluso el balcón, con esas maravillas que se fabrican para que nuestra casa se prolongue hacia el exterior y también utilizarla siempre que sea posible, esos rayos de sol tan estupendos del invierno o esas cenitas de verano tan agradables en las que pasa el tiempo tan rápido.
Esperamos que estas líneas os puedan servir para coger el gusto por el mueble, por el proyecto bien hecho y llevado a cabo, porque la casa también es una parte muy importante de vuestras vidas.
