En 1951 Arne Jacobsen diseña para el Ayuntamiento de Rodrove (Dinamarca) la silla Ant (hormiga), en la que utiliza la tecnología de chapa de madera moldeada que los Eames habían desarrolado para sus sillas en 1945. Jacobsen no se limita a reeditar lo mismo, sino que aporta al concepto unas notables mejoras. Tanto la Ant como la series 7, diseñada para el hotel SAS de Copenhague, poseen un asiento-respaldo de una sola pieza en lugar de dos piezas independientes, como en las de los Eames. Esta cambio, más importante de lo que a simple vista pueda parecer, no solamente confiere al respaldo una confortable flexibilidad, sino que además simplifica mucho el proceso de fabricación. También la sujección con tacos de goma de las patas de acero a la pieza de madera constituye otro factor que facilita el montaje. Este planteamiento, que reduce a dos los componentes y enfatiza la flexibilidad de la madera, hace de ambos modelos unas sillas muy ligeras. Además son apilables, lo que permite almacenar en poco espacio muchas sillas, esto es algo común hoy pero no en esos momentos, siendo un factor muy importante para sillas aptas para grandes instalaciones y que en circunstancias deben de ser apiladas y guardadas para darle a la instalación distintos usos. Por sus líneas sobrias y atemporales, estas sillas encajan en todo tipo de ambientes, sean domésticos, oficinas o colectivos. El camino abierto por los Eames dio paso a muchas variaciones, pero esta mejoró el original, de esta manera Arne Jacobsen lleva así a su apogeo el concepto enunciado por los Eames. La fabricación original de estos productos es Fritz Hansen.
